domingo, 18 de septiembre de 2011

Natalio y las estaciones


Invierno

Invierno, que me dejaste congelado
me amuraste al colchón en la noche
Musitando groserías sin herirte
clamando tu clemencia, inconsegible.

Invierno que en tus vacaciones me enfriaste
es tiempo de mudar tu mal genio al norte
aunque extrañare el juego de mi voz con tu aire
el misterio de mis palabras tras el humo de tu beso.

Hay Invierno! si tu testarudez admitiera la calidez
sembrarías el frondoso Julio con hojas de rubí
y yo pasearía sin esconderme por el jardín amarillo
las sonrisas de la rosa, desvestirían mi desnudez.

Hoy Invierno te digo que te amo y que amare
como disfrazas la belleza de la carne                                                                                              
como reconcilias los pies bajo la frazada
Hoy  se que siempre volveré a amarte,
y esa voluntad tranquiliza mi mente,
porque podré dejarte y amare extrañarte.
Extrañándote.


Ultimologo.


Invierno por mas que quiera no quererte
tu prima primavera no tendrá tus ojos;
grises y nostálgicas perlas de agua
que bañan mis frías venas como un río
acechado por la sombra, fría en la balanza

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